Un golpe de realidad.
Ciudad Juárez, México, una de las ciudades más peligrosas del mundo albergó la cámara del realizador israelí Shaul Schwarz, para registrar como se vive y muere a la sombra del narcotráfico. Narcos, policías, presos, víctimas y narco-cantantes nos muestran la violencia y delincuencia promovida y admirada como un objetivo; “me gustaría ser la novia de un narcotraficantes, es un estilo de vida” dice una escolar después de pedir autógrafos a sus cantautores inspirados en historias narcos. Con crudeza se muestran los cadáveres mutilados, desollados y degollados de hombres, mujeres y adolescentes que por opción o error se cruzaron en las líneas de fuego. Los que nos mostró la ficción de “Victorio (2008)”, “Sin Nombre (2009)”, “Sin Tregua (2012)”, “La Vida Precoz y Breve de Sabina Rivas (2012)” con la Mara Salvatrucha, Barrio 18, el Cartel de Sinaloa, todos en Centro y Norte América, parece ser tan real y actual que hace temblar al imaginarlo. Masacre, ese es el titular para esas noticias y es compartido con otra guerra, a medio mundo de distancia, en la Franja de Gaza.
Es interesante ver como todos toman parte de un lado u otro, buscan sus culpables y se hacen parte de un odio que no nos corresponde. Las imágenes de muertes y número de caídos aumenta y el juicio hacia un bando u otro también, pero como siempre, desde los comienzos de los medios de comunicación, la información que se reparte es manipulada a conveniencia de quien la entrega. Es un boom mediático, televisión, radio, diario, internet, todos generando utilidades con el dolor de otros. Y otros dolores, otras guerras se mantienen en silencio. En nuestra misma comunidad, de seguro hay un vecino que le pega a su señora, niños golpeados por sus compañeros, malos tratos, gritoneos, etc.
Oramos por “paz” en la Franja de Gaza, instados por los medios de comunicación, pero la “paz” se necesita en Oriente, México, Chile y en todo el mundo. El documental Narco Cultura es un golpe de realidad, las imágenes de guerra y lo que sabemos de nuestro barrio es un llamado urgente a la paz en toda escala. Un compañero me dijo después de ver el trabajo de Schwarz, “Y acá en Chile ponemos el grito en el cielo porque nos quitan la billetera”, en relación a la escena en que tipos bajan de una camioneta y acribillan a los que están dentro de un restaurant, pero como dijera el dicho popular, “violencia engendra más violencia”. Pequeñas discusiones, al paso del tiempo desencadenan guerras.
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